Más allá de las calaveras y los altares, el Día de los Muertos es una de las celebraciones más antiguas y emotivas del mundo latino.
Esta festividad tiene raíces y variantes en varios países que combinan tradición indígena, herencia católica y creatividad popular. Desde los panteones llenos de flores hasta los cementerios iluminados por velas, cada región tiene su propio lenguaje para recordar a los que ya partieron.
🇲🇽 México: la ofrenda como puente entre mundos
En México, el Día de los Muertos (1 y 2 de noviembre) es Patrimonio Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO. Las familias preparan altares con flores de cempasúchil, velas, fotos, calaveras de azúcar y los alimentos favoritos de los difuntos. Se cree que las almas regresan durante esas noches para convivir con los vivos.
Los panteones se convierten en espacios de reunión y música, y los niños aprenden desde pequeños a celebrar la vida en lugar de temer la muerte. En ciudades como Oaxaca o Pátzcuaro, las calles se llenan de catrinas, desfiles y luces que parecen flotar entre los vivos y los ausentes.
🇬🇹 Guatemala: barriletes gigantes que tocan el cielo
En Santiago y Sumpango, Guatemala, el 1 de noviembre se elevan barriletes gigantes de colores, algunos de más de 15 metros de diámetro. Estos enormes cometas simbolizan la conexión entre la Tierra y el cielo, un mensaje visual que busca comunicarse con los espíritus.
Las familias limpian y decoran las tumbas, comparten comida típica —como el fiambre— y lanzan plegarias en un ambiente de respeto y alegría. Es una fiesta de altura, literalmente, donde el viento lleva los recuerdos más lejos que nunca.
🇧🇴 Bolivia: las "ñatitas" y el diálogo con las almas
En Bolivia, la celebración del Día de las Ñatitas (8 de noviembre) es única: las familias guardan y decoran cráneos humanos que representan a espíritus protectores. Los adornan con flores, cigarros, gorros o gafas, y los llevan a las iglesias para ser bendecidos. Es una forma muy particular de mantener vivo el vínculo entre lo espiritual y lo cotidiano.
🇵🇪 Perú y los Andes: mesas rituales y comida compartida
En regiones andinas de Perú y Bolivia, el 1 y 2 de noviembre se arman mesas de Todos Santos, con panes en forma de personas, frutas, maíz y chicha. Se cree que los difuntos visitan a sus seres queridos para probar la comida ofrecida. En Cusco o Ayacucho, las familias se reúnen en los cementerios y celebran con música y coplas tradicionales.
🇵🇭 Filipinas: una herencia compartida
En Filipinas —antigua colonia española— el 1 de noviembre, llamado Undás, las familias acuden en masa a los cementerios. Pasan el día completo allí, con comida, música y oraciones, recordando a sus muertos con una alegría muy similar a la de América Latina. Es un ejemplo de cómo la influencia hispánica conectó ambos lados del Pacífico con tradiciones comunes.
Costumbres en Baleares: Tots Sants y los dulces del recuerdo
    En las Islas Baleares, el 1 de noviembre se celebra el Dia de Tots Sants (Todos los Santos), una jornada de recogimiento familiar y dulces tradiciones. Aunque no se decoran altares como en América Latina, las familias visitan los cementerios para honrar a sus seres queridos y adornar las tumbas con flores frescas.
En los hogares se preparan o compran los clásicos panellets —pequeños dulces de almendra, piñones y boniato—, herencia catalana muy arraigada también en Mallorca y Menorca. Junto a ellos, los rosaris ensucrats (rosarios de azúcar y dulces en forma de frutas o flores) se regalan a los niños, como símbolo de cariño y de unión familiar en estos días de memoria.
A diferencia de las celebraciones americanas, en Baleares predomina el silencio, las campanas y el olor a flores recién cortadas. Sin embargo, el espíritu es el mismo: recordar y celebrar la vida de quienes nos precedieron. Entre el aroma del mazapán y la luz de las velas, el Día de Todos los Santos sigue siendo una de las tradiciones más dulces y respetuosas del calendario balear.
🌺 Comparativa 
  México
Altares y calaveras
Celebración familiar con comida, música y flores.
Guatemala
Barriletes gigantes
Cometas de papel como mensajes al más allá.
Bolivia
Ñatitas
Cráneos humanos bendecidos como amuletos protectores.
Perú
Mesas rituales
Comidas ofrendadas a los difuntos con música tradicional.
Filipinas
Undás
Veladas familiares en los cementerios con comida y oración.
Aunque cada pueblo lo viva a su manera, el mensaje es universal: recordar es mantener viva la memoria. El Día de los Muertos no celebra la pérdida, sino el amor que perdura. En cada vela encendida, en cada canción, late una misma certeza: la vida y la muerte caminan juntas, y el recuerdo es el puente que las une.
        


  
  
  

0 Comentarios
Gracias por dejar su comentario en Planeta Latino Baleares. No dude en dirigirse a nuestro equipo de redacción para cualquier sugerencia u observación. Comentarios ofensivos serán borrados y el usuario bloqueado. Planeta Latino Baleares no se hace responsable de los comentarios publicados por los lectores.