CHARLAS CON LUCÍA
HARIS CHANDER (1967) KAPURTHALA
la historia del Sabor Criollo
Se puede describir como haber echado raíces, construido una historia personal y formado lazos significativos. Implica haber presenciado cambios, conocido a muchas personas y acumulado recuerdos que definen la identidad y la pertenencia. Es una experiencia que moldea y transforma, una inmersión prolongada que va más allá de la simple residencia.
HARIS CHANDER (1967) KAPURTHALA, una ciudad del estado de Punjab, al norte de la India, situada cerca de Jalandhar. Un destino interesante para aquellos que buscan explorar lugares relacionados con la historia y la cultura descrita por Javier Moro en la novela "La pasión India", publicada en 2005. Antiguamente fue la capital del principado en la India Británica.
Haris creció al lado de su familia en medio de los cultivos de té, siempre con la ilusión de viajar y conocer otras culturas. Emigró muy joven a Múnich, Alemania, donde trabajó y aprendió varios oficios hasta el día en que recibió una invitación a Gerona de unos amigos, en busca de nuevas oportunidades. Así, un buen día de 1998, aterrizó en Mallorca con una propuesta de trabajo en una tienda hindú en la zona turística del Arenal. Hablaba inglés y su lengua nativa, el hindi. Poco a poco se fue acostumbrando a escuchar y entender el español, a tener nuevos amigos y a convencer a un propietario de pizzerías para que le diera la oportunidad de trabajar como cocinero. Entre idas y venidas, se instaló en un piso por la Avenida Joan Miró. Con los días, alcanzó a leer un letrero de traspaso de un pequeño restaurante. Sin dudarlo, se bajó del autobús y se presentó ante el encargado del local para averiguar el precio y los trámites requeridos.

España

India

Colombia
Una historia de integración y amor que nació con un sabor... criollo
1998: Llega a Mallorca con una propuesta laboral
2002: Inaugura Sabor Criollo
2003: Se casa con Ruchi
2005: Se traslada a un local más grande
2006: Nace su segunda hija, Archie
2016: Abre Sher E Punjab
2025: Las hijas ya universitarias
Haris Chander
Emprendedor. Fundador de Sabor Criollo y Sher E Punjab. 25 años en Mallorca.
Ruchi Manoche
Docente de vocación. Hoy administradora del restaurante hindú familiar.
Natalie
Estudiante de Medicina, políglota, primera hija nacida en Mallorca.
Archie
Estudiante de Ingeniería y Matemáticas, crecida entre fogones y libros.
Con el cambio de año y de siglo, Chander regresaba de la India eufórico y con muchas motivaciones. Durante su estadía, había conocido a la novia concertada por su familia en su ciudad natal. Traía consigo el plan de empezar su negocio, elaborando comida hindú y pizzas, hasta que un año después el boom latinoamericano invadió la isla. Pronto se hizo amigo de varios colombianos que estaban formando la primera asociación de su colectivo. Surgió entonces la propuesta de darlo todo, y en 2002 se inauguró Sabor Criollo, con recetas originales servidas de la mano de una chef colombiana que se encargó de entrenar y enseñar a Haris cómo comprar los tubérculos, frutas y verduras necesarias para la elaboración del menú.
En la India, los acuerdos matrimoniales suelen ser más tradicionales que en Occidente. La ceremonia de Roka, donde las familias se comprometen, es una parte importante de este proceso, y la familia del novio entrega una dote a la familia de la novia.
Después de la ceremonia en 2003, conocimos a Ruchi Manoche, una chica de 24 años, profesional del magisterio en educación infantil y primaria, ya convertida en su esposa bajo el precepto de los SIJS (religión que surgió después del conflicto entre el hinduismo y otras doctrinas religiosas de la época). La llegada de su primera hija, bautizada como Natalie Chander Manoche, fue el mejor regalo en su primera Navidad en Mallorca, comenzando así la tarea de aprender el idioma español para su crecimiento y aceptación en la nueva sociedad de acogida.
La clientela empezó a fluir y a agradecer la iniciativa. Para el año 2005, el local y la cocina eran pequeños para la demanda diaria, por lo que se trasladaron a un local más grande que ocupaban unos japoneses, quienes a su vez se mudaban a otro sitio. Comenzaron a celebrarse fiestas de cumpleaños, algunas bodas y bautizos. Sabor Criollo se convirtió en un referente para el colectivo latinoamericano.
En enero de 2006, llegó la segunda hija del matrimonio hindú, bautizada como Archie Arora. A medida que la familia crecía, el negocio requería más atención con la nueva demanda de extranjeros que acudían a comer pinchos de kebab en el ala oeste del local. Ruchi afinaba su aprendizaje de lectura y escritura en español mientras ayudaba a sus hijas con las tareas escolares. Juntas repasaban y se corregían hasta adaptarse completamente. Pronto ingresó a la escuela automotriz para sacarse el carnet de conducir y tener su primer coche en la Navidad de 2009.
Los años continuaron su curso normal, entre compras, servicio al cliente y estudios, compaginados con la ayuda de las niñas en el restaurante de su padre cuando los estudios lo permitían, hasta programar viajes, algunas veces de regreso a la India, a países europeos y el último a Londres, donde las chicas vivieron otro sueño cumplido.
Hoy, ellas se sienten muy integradas en Mallorca y España. Hablan perfectamente catalán, inglés y español; el hindi solo lo usan en la intimidad de su hogar y en los preceptos religiosos a los que asisten cada semana, ya que el colectivo sijs también ha crecido, manteniendo sus tradiciones y costumbres.
En 2016, surgió la oportunidad de tomar otro local en la misma Avenida Joan Miró, en sociedad con otro paisano, un sitio ideal para ampliar la cocina hindú y ofrecer el servicio como se establece en España. Ruchi Manoche, ya con su DNI español (después de 10 años), logró ser autónoma y administradora del Sher E Punjab, un local amplio decorado al estilo hindú donde la clientela inglesa y alemana repite cada verano, recomienda y comparte selfies en redes sociales.
Al día de hoy, las chicas han entrado a la universidad: Archie comenzó una doble titulación en Ingeniería Informática y Matemáticas (que ofrece la UIB), y Natalie continúa sus estudios de Medicina. Ambas tienen su carnet de conducir, participan en actividades propias de su edad y están agradecidas con sus padres y el mundo que les ha tocado vivir en este convulso siglo XXI.
Parece un cuento de ficción, pero ocurrió en Palma de Mallorca. Esta pareja de hindúes lleva 25 años sirviendo a la comunidad latinoamericana y a los residentes de las islas.
Lucía S. Duque Ríos
Dinamizadora y Gestora Cultural
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