"Más de mil personas están desaparecidas; rezamos para que estén con vida (y) estamos preocupados porque hay cadáveres que comienzan a aparecer en las playas y en los ríos", afirmó el gobernador de Alagoas, Teotonio Vilela Filho, según citó la agencia italiana ANSA.
Lula da Silva anunció una ayuda equivalente a 56 millones de dólares para asistir a las víctimas de la catástrofe ambiental, tras una reunión con Vilela y el gobernador de Pernambuco, Eduardo Campos, informó la agencia alemana DPA.
Por su parte, el ministro de Defensa de Brasil, Nelson Jobim, anunció un viaje por las zonas afectadas con el objetivo de relevar los daños e incrementar el despliegue de militares en la región del siniestro, donde ya fueron destacados 200 efectivos.
Jobin contó que fue montado "un hospital de campaña" que arribó con un avión de la Fuerza Aérea Brasileña con 25 toneladas de víveres y medicamentos a la región en la que torrentes de agua arrasaron puentes e inundaron varias ciudades.
Unas 100 mil personas que se quedaron sin viviendas fueron evacuadas del área, afectada hace una semana por intensas lluvias que descargaron en pocos días precipitaciones equivalentes a las que ocurren en un mes.
Según climatólogos brasileños, el aumento de precipitaciones se debe al calentamiento no habitual del agua del mar, que produce incremento en la evaporación, y vientos cálidos que estacionan las nubes sobre esa región costera del Atlántico.
Los evacuados permanecen en escuelas y refugios públicos, y varios municipios carecen de energía eléctrica así como de comunicaciones, porque varias torres de telefonía fueron derribadas por el agua torrencial, informó la versión digital del diario O Globo.
El diario afirma que el mayor número de muertos se registró en el municipio de Unión de los Palmares, donde unas 500 personas no están ubicables por sus familias, en una ciudad de 62 mil habitantes en la que unos 9 mil quedaron sin techo.
El nivel del río que baña la zona subió más de cinco metros y devastó todo lo que había en sus márgenes, describió el diario Folha en su versión digital.
Según fuentes médicas, las urgencias más atendidas en los refugios se deben a chicos con diarreas y cuadros gripales por las mojaduras.
En Alagoas, resultaron destruidas más de 11 mil casas; en Pernambuco, más de 6 mil, y 30 municipios declararon la emergencia.
En mayo de 2009, inundaciones en la misma región causaron 44 muertes y el desplazamiento de más de 300 mil personas.
Voceros de Defensa Civil informaron que son 29 los muertos en Alagoas y 12 en Pernambuco.
La asistencia económica forma parte de un paquete adoptado el mes pasado por el gobierno federal, de 670 millones de dólares a los estados víctima de catástrofes naturales.
El gobierno de Lula también anunció el envío de más de 75.000 canastas básicas, además de medicamentos y material de primeros auxilios para las víctimas.
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