© Víctor Gistau
La persona que desgobierna España, el mismo que dice que la economía va muy bien mientras el índice de pobreza en nuestro país va en aumento a pasos agigantados, se despachó con esta expresión en la Comisión de Investigación por el caso Koldo en el Senado.
¿Y no será que se confundió con el escenario en el que cada semana se reúne en el Palacio de la Moncloa para celebrar su particular Consejo de Ministros?
Mire Sr. Sánchez, hay dos razones que apuestan por dirigirme a usted no con preguntas, sino con aseveraciones sobre su chulesco comportamiento.
La primera es que debe leerse la Constitución española de 1.978, porque a buen seguro ni siquiera lo habrá hecho, y descubrirá que en el artículo 66 se define a las Cortes Generales cómo el Congreso y el Senado y les otorga la potestad legislativa. En el artículo 87 incluye al Senado como órgano que puede ejercer la iniciativa legislativa, es por tanto que si lo hizo por manifestarse peyorativamente sobre la Cámara Alta, consiguió que todo el mundo se diera cuenta, por si no lo hubiera hecho con anterioridad, que también, la clase de Presidente que nos representa a los españoles. Este señor ya no respeta ni a la institución, que es una de los dos cuerpos del poder legislativo, con esa expresión burlesca de desprecio y falta de respeto a quien le ha dedicado ese apelativo.
Y la segunda recordarle que “El Circo” es una actividad muy ejemplar y su desarrollo con la valoración de poner de manifiesto el trabajo y la de los profesionales, personas que cada día actúan o entrenan para dar un espectáculo muy digno exponiendo sus actuaciones artísticas. Equilibristas, magos, payasos y personal de apoyo desplazándose en plan nómada por pueblos y ciudades de nuestro entorno nacional para poner de manifiesto que un tal Sr. Sánchez no es digno de ponerse la palabra circo en sus labios, porqué si usted, Sr. Sánchez, lo hace, desprestigia aún más al cargo que representa.
¿Y ante tanto desatino puede quedar algún socialista que no se avergüence de ese comportamiento? El personaje que ha cambiado el “Peugeot” por un “A8 L Security blindado”, es el mismo que en la Comisión de Investigación por el caso Koldo contestó a regañadientes a los diferentes senadores con “no me consta”, “no lo recuerdo”, pero sí se acordaba de ese seguir atacando al desarrollo de la Comisión, diciendo que “Esto no es una Comisión de Investigación sino no de difamación porque pretende desviar el tiro sobre la situación que realmente vive España y suponen un circo”. Por segunda vez, por si no lo había dejado muy claro con anterioridad, repitió lo del circo y el Presidente de la Comisión le ha le dejado claro que “Esa es su opinión. Si ese es el respeto que usted tiene a una institución, será su responsabilidad como máximo responsable de este país”.
Un personaje que, entre otras barbaridades, ha manifestado “Me ha de permitir que agradezca la imparcialidad del presidente de esta comisión. Es un sarcasmo”
Y en ese circo, con letras minúsculas, que son los Consejos de Gobierno de Sánchez, ¿a quienes les dedicamos unos cargos?. ¿Un presentador y mantenedor del acto?, a alguna vicpresidenta. “Unos trapecistas que hacen equilibrios para mantener su espectáculo”, al que hace juegos de equilibrio con red cada día que se levanta por la mañana después de haber dormitado en una cama blanda y generosa en lugar de en un jergón con colchones mal parejos. “¿A los magos?”, pues miren que aquí se postula como uno de los muchos ciudadanos de nuestro país que tienen que buscarse un segundo trabajo para conseguir llegar a final de mes. Sus magias son las rancias del “nada por aquí, nada por allá”, mientras agita un pañuelo en un revuelo versallesco. Pero lo triste es que sí que hay algo por allí, para dárselo, haciendo trampas, a alguien que está por allá.
Su espectáculo circense no se puede tolerar por el riesgo de que lo haga comparativamente.
La actividad circense es mucho más digna que usted, sus abogados y asesores. Y si se empeña en insistir, díganos a quienes asemejan los honorables payasos, porque a ellos las sillas calientes que ocupan culos en los Consejos de Gobierno, los va a relacionar. Ellos, los buenos, nos hacen reír y llorar depende del estado anímico en que se encuentren, los otros, son los que se ríen de nosotros y nos hacen llorar en este mundo español en donde cohabitamos con la desesperanza.
¡VERGONYA CABALLERS, VERGONYA!
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