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LO 脷LTIMO
 

Autoficci贸n antes de la moda: el legado de Vargas Llosa para las letras hispanas


MARIO VARGAS LLOSA

Cerr贸 su puerta pero no se ha ido

Y ah铆, en el quicio de la puerta que la ha sellado con endeble cerradura, sigue a煤n hoy apoyado en el marco de su hoja pensando c贸mo escribir sobre la vida con el acento castellano de su arrogante visi贸n de los acontecimientos.


V铆ctor Gistau / El autor de 19 novelas, 10 piezas teatrales, 12 ensayos, 10 obras period铆sticas, 3 relatos y 2 cuentos infantiles, entre m谩s no publicado, deber铆amos buscarle refugio en nuestro intelecto para convertir sus sensaciones en relatos cuyo hoy son tan actuales como un mismo ayer. Los trabajos exigidos en la segunda ense帽anza y en la plena juventud, no deben tan solo dormitar en alg煤n libro de texto sobre los que calificar cualquiera de esos relatos como un simple comentario de textos.
A Marito o Varguitas hay que leerlo sin prisas, y lo cito con diminutivos que aparecen en su 5陋 novela publicada en Lima (Per煤) en el a帽o de 1.977 con el t铆tulo “La t铆a Julia y el escribidor”.

Y reconozco que como periodista convencido y escribidor con poca fortuna, esta novela con tintes de relato de aventuras, ilusiones amorosas, brillante expresi贸n de pasiones poco confesables en un todo melodram谩tico, le adopte hace unos no s茅 cuantos a帽os como libro de cabecera, y que bien repantingado en cualquier sof谩 al uso leo lo impreso como si lo narrado tuviera su sentido m谩s actual.

La historia de amor entre Marito y su t铆a Julia le complica la vida familiar cuando el joven de 19 a帽os decide y cumple su matrimonio con la parienta catorce a帽os mayor que 茅l. Julia Urquidi y Mario Vargas, existieron en la vida real, por lo que muchos planos de esa relaci贸n se alcanza a entender como la aceptable autobiograf铆a de una parte de su prol铆fica vida. Y adem谩s sus venturas como trabajador de Radio Panamericana como director de informaciones de la cadena como 茅l mismo cita… “consist铆a en recortar las noticias m谩s interesantes que aparec铆an en los diarios y maquillarlas un poco para que se leyeran en los boletines”. 

La narraci贸n que es el hilo inicial del que tirar谩 todo el contenido de la novela de Autoficci贸n (as铆 se llama a cuando la propia vida se convierte en relato), nos traslada a situaciones y encantos diversos de quienes peinando canas entre el poco pelo que nos queda, recordamos que s铆 vivimos aquellas situaciones y que agradecimos el no habernos llegado la televisi贸n a Per煤 para que la voz fuera el principal atractivo y no la imagen. Los radioyentes se imaginaban quien estaba acaparando un micr贸fono sin ni siquiera plantearse c贸mo ser铆a el que lee los textos y los estaba hablando. Pone en la boca de uno de sus compa帽eros de tarea aquella sentencia… “el d铆a que se instale la televisi贸n en el Per煤 no les quedar谩 otro camino que el suicidio”. Y unas l铆neas m谩s abajo: “Y, en efecto, qu茅 decepci贸n se hubieran llevado esas amas de casa que se enternec铆an con la voz de Luciano Pando si hubieran visto su cuerpo contrahecho y su mirada estr谩bica, y qu茅 decepci贸n los jubilados a quienes el cadencioso rumor de Josefina S谩nchez despertaba recuerdos, si hubieran conocido su papada, sus bigotes, sus orejas aleteantes, sus varices. Pero la llegada de la televisi贸n al Per煤 era a煤n remota y el discreto sustento de la fauna radioteatral parec铆a asegurada”.

  


 
Es un derroche de habilidad por contar las cosas como son.


Toda la novela nos conduce por un mundo en donde al final, lo m谩s interesante no es lo que pudo significar el enfrentamiento familiar al decirles Marito que se iba a casar con su t铆a divorciada de la que estaba perdidamente enamorado y que era una d茅cada y media de edad m谩s que aquel adolescente, ni las excentricidades de Pedro Camacho que era el due帽o de la radio Panamericana, ni como el “Servicio de Informaciones que Pascual y yo aliment谩bamos, en un altillo de madera construido en la azotea, desde el cual era posible divisar los basurales y las 煤ltimas ventanas teatinas de los techos lime帽os. Se llegaba hasta 茅l por un ascensor cuyas puertas ten铆an la inquietante costumbre de abrirse antes de tiempo”.

El divorcio de la t铆a Julia y su posterior matrimonio con Patricia Llosa (cincuenta a帽os dur贸) adem谩s del divorcio de 茅sta y su posterior matrimonio con Isabel Presley tampoco fue alg煤n hilo conductor de su trama completa, porque todo el encuentro con las letras del tejido novelado tienen el valor de lo realmente vivido, y lo a帽adido como v谩lida referencia para completar el relato.

Vale la pena leerse el libro y comprobar como Varguitas, a quien tambi茅n le llaman en su trabajo, puede vencer el tedio sobre el desarrollo de la trama. Es muy dif铆cil ir y traer nombres y actuaciones sin perder el concepto puro de como se cuentan las cosas desde la Remington que tambi茅n se emplea desde la Radio Panamericana.

Jorge Mario Pedro Vargas Llosa, el asistente de bibliotecario del Club Nacional apasionado por la lectura, en la madrugada del d铆a 14 de Abril de 2025 cerr贸 la puerta del HOY para dejar abierta la del AYER y el MA脩ANA, porque nadie puede cerrar un libro de su autor铆a sin haberlo le铆do e interpretado con la vehemencia que ha sido escrito.  



La obra de Mario Vargas Llosa

T铆tulo A帽o G茅nero
Los jefes 1959 Relatos
La ciudad y los perros 1963 Novela
La casa verde 1966 Novela
Los cachorros 1967 Novela corta
Conversaci贸n en La Catedral 1969 Novela
Pantale贸n y las visitadoras 1973 Novela
La t铆a Julia y el escribidor 1977 Novela
La guerra del fin del mundo 1981 Novela
Historia de Mayta 1984 Novela
¿Qui茅n mat贸 a Palomino Molero? 1986 Novela
El hablador 1987 Novela
Elogio de la madrastra 1988 Novela er贸tica
Lituma en los Andes 1993 Novela
Los cuadernos de don Rigoberto 1997 Novela
La fiesta del Chivo 2000 Novela hist贸rica


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V铆ctor Gistau

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1 Comentarios

  1. Excelente art铆culo V铆ctor. Vargas Llosa y Gabriel Garc铆a M谩rquez, por fin se habr谩n reconciliado. Dos grandes escritores, ganadores del premio Nobel, pertenecieron al boom latinoamericano, con grandes obras universales, fueron grandes amigos y murieron en una Semana Santa como si no quisieran terminar de competir en alg煤n aspecto. Se habr谩 iniciado una eterna tertulia.

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