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1906: El atentado que ti帽贸 de sangre la boda de Alfonso XIII y Victoria Eugenia


BODAS DE SANGRE DEL REY ALFONSO XIII

Manuel De Caso / Una placentera ma帽ana del 31 de mayo de 1906, en la calle Mayor n潞 88 de Madrid, al paso de la comitiva real de don Alfonso XIII —que se dirig铆a al altar para contraer matrimonio con do帽a Victoria Eugenia—, Mateo Morral Roca, un convencido anarquista, lanz贸 desde un balc贸n un gran ramo de flores. Este proven铆a de un cuarto piso del citado n煤mero, donde hab铆a camuflada y atada una especie de bombona met谩lica convertida en bomba. El explosivo, arrojado con la intenci贸n de alcanzar la carroza real, choc贸 contra un cable del tranv铆a y fue desviado hacia la multitud que saludaba a la joven pareja. La bomba estall贸 como estaba planeado, pero no logr贸 asesinar al rey; en cambio, provoc贸 la muerte de 25 personas inocentes y m谩s de un centenar de heridos.

La reina Victoria Eugenia qued贸 paralizada ante aquella escena dantesca, al ver su vestido blanco salpicado de sangre. Sin embargo, el rey reaccion贸 con rapidez: al notar que su cochero estaba herido y que uno de los caballos de la carroza hab铆a muerto, tom贸 del brazo a la futura reina de Espa帽a y la condujo a otro de los carruajes de reserva del cortejo nupcial. Con energ铆a, orden贸 regresar al palacio. Una vez controlada la situaci贸n, el monarca no se acobard贸 y, valientemente, cumpli贸 con su deber, contrayendo matrimonio.

Foto: Los caballos de la carroza real muertos a consecuencia de la explosi贸n de la bomba.

Con solo veinte a帽os, Alfonso XIII ya hab铆a sufrido varios atentados, pero, una vez m谩s, sali贸 ileso. No obstante, las conspiraciones para derrocar la monarqu铆a continuaron. En el Congreso de los Diputados, con la excusa de "proteger" al rey, los republicanos radicales y otros grupos dieron un plazo de 48 horas para que la familia real abandonara Espa帽a. As铆, de la noche a la ma帽ana, el pa铆s dej贸 de ser una monarqu铆a para convertirse en una rep煤blica por decreto de un gobierno que, por cobard铆a e imposici贸n, tom贸 esa decisi贸n. El rey Alfonso manifest贸: «Estoy de acuerdo en salir de Espa帽a, no para dejar de ser rey, sino para que no se derrame m谩s sangre en esta tierra».

Por desgracia, este noble gesto no evit贸 que la corrupci贸n del nuevo gobierno republicano y las luchas internas por el poder desembocaran en la Guerra Civil de 1936.

El pueblo de Espa帽a no ha demostrado tener la madurez pol铆tica ni social para sostener una rep煤blica. La monarqu铆a y el rey son el 煤ltimo s铆mbolo de unidad para aquellos ciudadanos que desean convivir y trabajar pac铆ficamente en este pa铆s. Hasta que no comprendamos —entre otras cosas— que la diversidad cultural y ling眉铆stica de Espa帽a es una riqueza que nos engrandece, y que la suma de todas sus regiones nos convierte en una gran naci贸n, seguiremos enfrent谩ndonos. El espa帽ol debe entenderse como la evoluci贸n y fusi贸n de los idiomas y dialectos que han coexistido aqu铆 durante siglos. Una lengua no debe ser un arma pol铆tica para satisfacer ambiciones personales, sino un puente para entendernos. No es excusa para dividirnos, sino para unirnos y fortalecernos, ganando el respeto de otros pa铆ses.


Foto: Conmemoraci贸n de los hechos m谩s significativos del a帽o 1913, a juicio de la revista. Abril: aniversario del atentado contra Alfonso XIII en 1906, con una foto del momento y otras del juicio contra el autor.

 

Como bien advirti贸 el canciller alem谩n Otto von Bismarck:
«La naci贸n m谩s fuerte del mundo es, sin duda, Espa帽a. Siempre ha intentado autodestruirse, pero nunca lo ha logrado. El d铆a que deje de intentarlo, volver谩 a ser un gran pa铆s».

 

 

Manuel De Caso


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