El arte del hygge: Cómo los daneses encuentran la felicidad en lo simple

La filosofía nórdica que te enseña a disfrutar de los pequeños placeres

PLB / En un mundo cada vez más acelerado, donde la tecnología y las responsabilidades nos mantienen constantemente conectados y estresados, los daneses tienen un secreto para encontrar la felicidad: el hygge. Esta palabra, que no tiene una traducción directa al español, encapsula un estilo de vida basado en la simplicidad, la calidez y el disfrute de los pequeños placeres de la vida. Pero, ¿qué es exactamente el hygge y cómo podemos incorporarlo en nuestra rutina diaria? En este reportaje, exploramos el arte danés de vivir bien.

¿Qué es el hygge?

El hygge (pronunciado "hu-ga") es un concepto danés que se refiere a un estado de comodidad, conexión y bienestar. No se trata de lujos ni de grandes gestos, sino de crear momentos acogedores y significativos en el día a día. Puede ser una cena con amigos, una tarde leyendo un libro bajo una manta suave, o simplemente disfrutar de una taza de café caliente mientras miras por la ventana.

Los daneses, conocidos por ser una de las poblaciones más felices del mundo según el Informe Mundial de la Felicidad, atribuyen gran parte de su bienestar a esta filosofía de vida. El hygge no es solo una tendencia, sino una parte integral de su cultura, especialmente durante los largos y fríos inviernos nórdicos.

Los pilares del hygge
El hygge se basa en varios principios clave que pueden aplicarse en cualquier parte del mundo:

Ambiente acogedor:

La iluminación suave, como velas o luces tenues, es esencial para crear un ambiente hygge. De hecho, los daneses son los mayores consumidores de velas per cápita del mundo.

Los textiles suaves, como mantas, cojines y alfombras, también son fundamentales para crear un espacio cálido y reconfortante.

Disfrutar de las pequeñas cosas:

El hygge se trata de apreciar los momentos simples, como el sonido de la lluvia, el crujido de una chimenea o el sabor de un pastel recién horneado.

Es una invitación a desconectar de las preocupaciones y disfrutar del presente.

Conexión humana:

Pasar tiempo de calidad con seres queridos es un aspecto central del hygge. Ya sea una cena en familia, un café con amigos o una noche de juegos de mesa, el hygge fomenta la conexión auténtica y sin distracciones.

Simplicidad y minimalismo:

El hygge no requiere grandes gastos ni esfuerzos. Se trata de simplificar y priorizar lo que realmente importa: la comodidad, la calidez y las relaciones.

Cómo incorporar el hygge en tu vida

No necesitas vivir en Dinamarca para adoptar el hygge. Aquí tienes algunos consejos prácticos para incorporar esta filosofía en tu rutina:

Crea un espacio acogedor en tu hogar:

Usa velas, luces cálidas y textiles suaves para transformar tu hogar en un refugio de calma.

Decora con elementos naturales, como plantas o madera, para añadir un toque orgánico.

Disfruta de momentos de tranquilidad:

Dedica tiempo a actividades relajantes, como leer, meditar o simplemente sentarte en silencio con una taza de té.

Desconéctate de las redes sociales y las pantallas para reconectar contigo mismo y con los demás.

Comparte con otros:

Organiza cenas o reuniones informales con amigos y familiares. El hygge no se trata de impresionar, sino de disfrutar de la compañía.

Cocina platos reconfortantes, como sopas o postres caseros, para compartir con tus seres queridos.

Aprecia la naturaleza:

Sal a caminar, disfruta de un picnic en el parque o simplemente siéntate a observar el paisaje. La conexión con la naturaleza es una parte importante del hygge.

El hygge como antídoto contra el estrés moderno

En una era dominada por la prisa, las notificaciones constantes y la presión por ser productivos, el hygge ofrece un respiro. Es una invitación a frenar, a disfrutar de lo que ya tenemos y a encontrar felicidad en lo cotidiano. No es casualidad que Dinamarca, el país que popularizó este concepto, sea también uno de los más felices y con mejor calidad de vida del mundo.

El hygge no es solo una moda pasajera; es una filosofía que nos recuerda que la felicidad no está en lo material, sino en los momentos que compartimos y en la calma que cultivamos. Como dice Meik Wiking, autor del libro "Hygge: La felicidad en las pequeñas cosas": "El hygge es como un abrazo, pero sin tocarte".

El hygge es más que una palabra; es una forma de vida que nos enseña a valorar lo simple, a conectar con los demás y a encontrar belleza en lo cotidiano. En un mundo que a menudo nos empuja a querer más y más, el hygge nos recuerda que la verdadera felicidad está en disfrutar de lo que ya tenemos. ¿Por qué no empezar hoy mismo a incorporar un poco de hygge en tu vida?