Universo Sanz: La imperfección sublime como tributo divino

noviembre 05, 2025

Charlas con Lucía

Bienvenidos a mi "UNIVERSO". Estoy feliz con vuestra compañía. L.S.

Tras la anterior exposición en abril, bajo el nombre de SIPAN, Lucio Sanz se refugió en su casa con una sola idea: cocrear un universo como tributo y agradecimiento a Dios. Para ello, se inspiró en ángeles etéreos, sentados en varias poses y todos sin rostro, pero con alas. También elaboró las suyas propias con telas recicladas y anclajes que le permitieran probarlas en su terraza, para luego mostrarlas al público.

Ya en la recta final hacia la fecha designada y anunciada para la inauguración, le quedaba una pared de 5 metros de alto por decorar. Le pidió a sus colaboradores que lo dejaran solo y empezó a manipular sus materiales habituales. Entonces surgió la magia y el complemento que le faltaba a su exposición: apareció MARÍA, la madre de todos. Siguiendo su impronta, logró crear el rostro de una mujer muy bella, lleno de bondad y sentimiento. Al observarla de cerca, se notaba cómo asomaban sus lágrimas por la esquina del ojo derecho.

Cuentan los amigos que acudieron a la inauguración el 25-10-25, la fecha señalada para que estuvieran todos sus allegados llegados de muchas partes, que tuvieron que turnarse para pasar al salón del fondo y lograr sentarse un momento a observar o dialogar en silencio con Ella. También escucharon las descripciones que iba narrando el autor sobre la deconstrucción de cada obra, porque, como todos sabemos, no hay dos iguales y ninguna es perfecta. Quizás ese sea su gran secreto: "crear la imperfección del ser humano".