La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, prometió el sábado (1 º), en Brasilia, al asumir el cargo, promover la unidad nacional para lograr el sueño que comparte con todos los padres y madres: el de ofrecer mejores oportunidades tuvieron sus hijos. "Cuando se gobierna pensando en el interés público y en los necesitados, surge una fuerza inmensa", dijo la presidenta en su discurso en el “Parlatorio” del Palacio Presidencial de Planalto.
La declaración fue hecha poco después de recibir la banda presidencial de manos del ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva, momento considerado más simbólico de la posesión. La transmisión de la banda se lleva a cabo en el Parlatorio, que simboliza los balcones, donde los gobernantes pueden comunicarse directamente con su pueblo.
En el discurso, Dilma evaluó el legado del presidente Luiz Inácio Lula da Silva, del que tomó parte. Dijo que estaba muy emocionada tanto por el final del mandato de Lula, como en convirtiéndose en la primera mujer elegida para dirigir el estado brasileño. También recordó la importancia de la colaboración entre Lula y el ex vicepresidente José Alencar, que está hospitalizado y su lucha contra el cáncer, también dijo que tendrá una buena relación con Michel Temer.
Antes de llegar al Planalto, Dilma y Temer fueron juramentados oficialmente como presidente y vicepresidente de Brasil, en una sesión presidida por el senador José Sarney (PMDB-AP). Temer y Dilma juraran respetar y proteger la Constitución del Brasil, las leyes y el Estado de Derecho.
A continuación, en su primer discurso oficial, Dilma obtuvo aplausos de los presentes por comenzar su discurso diciendo: "Mis queridos brasileños y brasileñas, por la decisión soberana del pueblo, hoy será la primera vez que la banda presidencial descansa en el hombro de una mujer".
Recordó que dedicó su vida entera a la causa de Brasil y luchó contra la censura y la dictadura en la búsqueda de una democracia libre y los derechos humanos. "Le di mi juventud a soñar con un mundo justo y democrático. Tuve que soportar las dificultades más extremas infligidas a todos los que se atreven a enfrentarse al arbitrio. No me arrepiento, ni tengo rencor ", dijo, y ha sido ovacionada reiteradamente. "Voy a gobernar el país con valentía y cuidado. Me preocupo por mi pueblo, y dedicó los siguientes años de mi vida ", agregó la presidenta.
Dilma evaluó que hace cargo el gobierno en un momento de presente y perspectivas optimistas para la nación. Además de la creación de empleo y el fin de la dependencia externa, fue rescatada de una deuda social al sacar a millones de la pobreza y millones se han planteado a la clase media, dijo.
La presidenta hizo un llamado para la consolidación del Sistema Único de Salud (SUS) y la inversión en salud, la educación, la ciencia y la reducción de las desigualdades, aprovechándose de un momento histórico en el país."Por primera vez, Brasil se enfrenta a la oportunidad real de convertirse, de ser una nación desarrollada. Una nación con la cultura inherente a la marca y el estilo de Brasil - el amor, la generosidad, la creatividad y la tolerancia".
Sin embargo, dijo que "para dar longevidad al actual ciclo de crecimiento es necesario para garantizar la estabilidad de precios y la eliminación de los obstáculos que aún impiden el dinamismo de nuestra economía, lo que facilita la producción y fomentar el espíritu emprendedor de nuestro pueblo, la gran empresa a pequeñas empresas locales, la agroindustria y la familia. "
Dilma dijo que es necesario simplificar el sistema fiscal y ampliar su fuerza de exportación del parque industrial. "En los sectores más productivos, la globalización de nuestro negocio es ya una realidad", dijo.
Para la presidenta, el pre-sal es un pasaporte para el futuro, pero sólo lo será completamente si producir una síntesis equilibrada de los avances tecnológicos, el progreso social y la preservación del medio ambiente. "Su propio descubrimiento es el resultado de los avances tecnológicos y una política moderna brasileña de la inversión en investigación e innovación", subrayó, alabando a Petrobras.
Otro reto, señaló la presidenta, es fomentar el desarrollo regional, el mantenimiento de una economía dinámica en el noreste y el aliento pionero del Sur, la preservación de la biodiversidad de la Amazonía; apoyo a la producción agrícola en la región central y sudeste de la fuerza industrial, y el vigor.
Dilma volvió a dar énfasis, como lo había hecho el día en que fue elegida, que el crecimiento económico se producirá con la atención a la distribución social y los ingresos. Dijo que no descansará hasta que haya brasileños sin comida en la mesa, familias en la opacidad de las calles y los niños pobres abandonados a su suerte. "¡Y este es el sueño que voy perseguir!"
De acuerdo con la nueva presidenta, el país continuará cuidando el gasto público de calidad. Externamente, se fortalecerá las reservas para garantizar el equilibrio de las cuentas externas y luchar contra el proteccionismo en los países ricos.
"Vamos a actuar con decisión en los foros multilaterales en defensa de políticas económicas sanas y equilibradas, en la protección del país contra la competencia desleal y el flujo indiscriminado de capitales especulativos".
Dilma terminó el discurso en el plenario de la Cámara de Representantes y señaló que su "duro viaje" le ha hecho valorar mucho más la vida "y me dio, sobre todo, el coraje para hacer frente a retos aún mayores. Citó el escritor del estado de Minas Gerais João Guimarães Rosa: "La vida es así: se calienta y se enfría, se endurece y luego se relaja, y luego se desinquieta. Lo que ella quiere de nosotros es el coraje. “Y concluyó: "Es con este ánimo que gobernaré el país".
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