
El Museo de la Pizza surgió de una iniciativa de la Secretaría de Cultura de la Municipalidad de Córdoba y fue concretada por "Don Luis", que aún conserva las mesadas de marmol, los azulejos y la máquina amasadora de la época de su fundación, en 1952.
"Esta pizzería es parte de la historia de Córdoba y queremos mostrarle a la gente cómo trabajábamos en los años 50", dice a Télam Iudicello.
En el museo se podrán ver las tablas en las que servían las pizzas, delantales de época, el histórico horno que "hizo grande a Don Luis", la pala de madera y hasta la bicicleta de reparto, describe su propietario.
Además se expondrán cuadros y fotos vinculadas a la trayectoria del negocio, el tanque y la serpentina con la cual se daba agua caliente al local de 400 metros cubiertos.
Iudicello mostrará también un envase metalizado, con iniciales de la Nasa, que contiene una pizza disecada, que es la que comen los astronautas en sus viajes espaciales.
"Es una donación de un ingeniero cordobés, que trabaja allá y al enterarse de la creación del museo, nos la hizo llegar. Es como la pizza del futuro", estimó el dueño.
En una vitrina se podrá apreciar el original organizador de cuchillos, una balanza, una tabla de corte y hasta las particulares saliveras, que se colocaban en el piso al lado de las columnas donde están instaladas tablas en las cuales los clientes apoyan el plato con sus pizzas, estilo que aún sigue vigente.
Entre los aportes que le hicieron para poner en marcha el museo, está el gorro del ya jubilado maestro cocinero Roberto Osse, quien como recuerdo también dejó su última receta.
Pedro Iudicello comanda el local de avenida Gral Paz al 338 desde hace seis años, tras la muerte de su padre Miguel, fundador de la pizzeria en 1952.
Los primeros tres años funcionó en la esquina de 27 de abril y Trejo, para luego trasladarse a la dirección actual, tradicional punto de reunión de los cordobeses, especialmente deportistas y figuras del espectáculo.
"Si uno camina por avenida Gral Paz al 338, de día o de noche, el aroma que aspira y se mete por los poros es único, y no se da cuenta de que no está ni en La Boca, ni pisa las baldosas de la mítica calle Corrientes, donde Las Cuartetas se hizo legendaria, sino que estará caminando por el frente mismo de la pizzeria Don Luis, una tradicion cordobesa con 56 años de vida", reza en un cuadro.
Miguel Angel Iudicello, hijo de sicilianos, fundador de aquel "primer establecimiento pizzero", como originalmente se bautizó, tuvo entre sus invitados a Francisco Canaro, Mariano Mores y Alberto Castillo, artistas que solían venir a Córdoba, a animar bailes de los carnavales.
En una de esas visitas, el cantor de "los cien barrios porteños", subido en una mesa y a capella interpretó varios de sus populares temas de aquella época, que congregó a miles de personas, que hasta ocuparon parte de la avenida para escucharlo.
A partir de entonces, Castillo, fue designado padrino de la pizzería, lugar que tras su muerte pasó a ocupar uno de los mejores futbolistas que dio Córdoba, Daniel Willington.
En la mejor época de "Don Luis", se vendían a razón de 600 pizzas diarias (en dos hornos), inicialmente con tres variedades: muzzarella, con anchoas y morrones y fugazza con fainá.
El primer maestro pizzero que tuvo "Don Luis" fue el austríaco Luis Gavrigelcich, que llegó desde la porteña "Las Cuartetas", algo que hizo "que la pizza sea similar", dice su dueño.
La inauguración del museo será el viernes próximo al mediodía, con la actuación del grupo musical local "Los Cocineros" e invitados especiales como los futbolistas Daniel Willington, Juan "Milonguita" Heredia, Oscar Dertycia, Luis Amuchástegui, Jose Luis Vilarreal y Juan Olave, quienes atenderán al público cambio de una colaboración para la Fundación La Luciérnaga. (TELAM)
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