Jos茅 Mar铆a Rodr铆guez Montero
En esta convulsa tesitura pol铆tica, en la que pocos se salvan de sufrir sus consecuencias tanto a nivel econ贸mico como an铆mico, se hace dif铆cil ilusionarse con las pr贸ximas elecciones auton贸micas. Mas no deber铆a ser as铆 para los cerca de tres mil inmigrantes que, por una u otra raz贸n, han olvidado su obligaci贸n de empadronarse en Baleares, cifra 茅sta facilitada recientemente por la titular de la Conselleria d'Afers Socials, Fina Santiago. Estos votos podr铆an jugar un papel decisivo.
Y es que junto a a los que ya poseen permiso de residencia o certificado de registro, -9.276 potenciales electores extracomunitarios seg煤n datos del Instituto Nacional de Estad铆stica - pueden hacer decantar para uno u otro lado la endeble balanza en la que se columpian nuestros dirigentes, la misma en la que se afianzar谩 durante otros cuatro a帽os un nuevo o repetido cariz ideol贸gico. Mas el tiempo apremia si desean sumarse a la participaci贸n en el sufragio los extranjeros en situaci贸n irregular, ya que el plazo para formalizar su estancia y poder as铆 aspirar a tal fin expira el pr贸ximo 15 de enero. Este privilegio lo pueden ostentar ahora, tras la firma de los 煤ltimos convenios, los venidos desde Ecuador, Bolivia, Chile, Colombia, Paraguay, Per煤, Noruega y Nueva Zelanda.
No es por tanto cuesti贸n balad铆 tal decisi贸n, sobre todo por el hecho de que otros 14.000 nuevos votantes esperan emitir su voto allende fronteras.
A pesar de que nuestro archipi茅lago encabeza con el 21,7 por ciento el n煤mero de empadronados a nivel nacional, la realidad es que el Govern actual busca con ah铆nco la captaci贸n de estos 'votos olvidados', habiendo impulsado meses atr谩s una amplia campa帽a la Conselleria de Asuntos Sociales. Desde este departamento pueden informarse de los requisitos indispensables todos aquellos que opten por tomar la decisi贸n de entrar a formar parte del censo electoral. Personarse en el ayuntamiento de residencia es uno de los pasos previos, aunque tambi茅n puede cursarse la solicitud por internet o v铆a postal. A todos aquellos que no posean contrato de trabajo, justificante de alquiler de vivienda, facturas de gas o electricidad o tel茅fono, les bastar谩 con un certificado de residencia que justifique que llevan m谩s de cinco a帽os residiendo en Espa帽a.
Las recientes investigaciones judiciales sobre la presunta compra de votos a una parte de la poblaci贸n inmigrante por parte de UM durante las pasadas elecciones, viene a rubricar de esta manera la reflexi贸n sobre la necesidad de tomar parte en estos nuevos comicios sin ninguna clase de cortapisas o imposiciones. Baste recordar que fueron unos pocos miles de votos los que permitieron al hexapartito hacerse con la llave de todas las instituciones insulares en 2007. Por si fuera poco, el nuevo presidente de UM, Josep Meli脿, ha justificado estas presuntas compras de votos que investiga la Polic铆a Nacional, como una pr谩ctica que no era desconocida por el resto de partidos, asumiendo que 茅stas se llevan a cabo “en todos los partidos pol铆ticos con diferentes colectivos, entre ellos el inmigrante". No deber铆a ser as铆 ni mucho menos.
La penosa situaci贸n en que se ven obligados a vivir la casi totalidad de los inmigrantes extracomunitarios en Espa帽a deja bien a las claras c贸mo se las gasta este pa铆s en el 谩mbito laboral, pol铆tico y social. El espejo de la conducta de los espa帽oles hacia ellos nos lanza en forma de reflejo una imagen nefasta, que se resume en una sola palabra: abuso a todos los niveles.
Hace unos a帽os, arrullados por la bonanza econ贸mica, se 'toleraba' su presencia por ser mano de obra barata, posible voto pol铆tico en unos casos, y falso ejemplo en otros de c贸mo esta gran naci贸n no padece de xenofobia, paradigma del socialismo recalcitrante y, en consecuencia, m谩s de pega. Aqu铆, desde tiempos inmemoriales, nos hemos dedicado a echarlos con cajas destempladas, a mirarlos mal, a invadir sus pa铆ses cuando la 茅poca colonial; en resumen, a hacerles la pu帽eta a modo de guerra, de asalto, o desprecio, que de todo hubo, ha habido y habr谩.
Algunos empresarios -que no todos, ojo- se dedican ahora, aparte de darles unos sueldos m铆seros y de hacerlos trabajar m谩s horas que un reloj, a tirar sus brazos a la basura cuando 茅stos resultan amputados en horario laboral ilegal, en subirles a un andamio de las pocas obras que quedan sin casco y, cuando se tercia, les pasan el testigo a los pol铆ticos para que llenen huecos en plazas de toros donde se celebran m铆tines electorales. ¿Se puede caer a煤n m谩s bajo?
En Baleares, la comunidad aut贸noma con el 铆ndice m谩s alto a nivel estatal de presencia de extranjeros por metro cuadrado, la vida del inmigrante ha pasado por varias etapas. Del "Mam谩 mira un negro" de hace poco menos de diez a帽os, frase que se dejaba o铆r en la urbe cuando alg煤n imberbe inocente vislumbraba con asombro un nuevo y 'sorprendente' color de piel, se pas贸 al "contr谩tale, total por dos duros que te va a costar, y adem谩s no se quejan", para acabar ahora con una frase que muchos se ten铆an guardada: ¿Pero por qu茅 no se marchan ya todos de una vez?
El inmigrante ha sido moneda de canje, algo irremediable con lo que lidiar. Si no fuera por la constante humillaci贸n, por la brutal y sostenida situaci贸n de injusticia a la que est谩n sometidos la mayor铆a de ellos -los 'afortunados' que pueden trabajar en estos momentos- parecer铆a incluso que son s贸lo v铆ctimas pasajeras de una broma macabra a causa de una absurda venganza porque no figuran con todas las de la ley como esclavos. Pero esto no puede ser as铆, repito. Sus valores morales, desde su apego y entrega por la familia, pasando por su entereza humana y acabando con su abnegado sacrificio sean cuales fueren las circunstancias imperantes, nos obliga cuanto menos a una reflexi贸n y, c贸mo no, a resarcirles por tanta miseria que volcamos sobre sus espaldas. Las mismas, por cierto, a las que no hace mucho d谩bamos golpecitos de agradecimiento cuando nos toc贸 emigrar a otros lares menos crueles. Por eso la importancia ahora de su voto, y de un nuevo cambio de rumbo.
1 Comentarios
El voto, el derecho al voto es uno de los garantes constitucionales m谩s importantes de este pa铆s. No es un balad铆, pensar que 茅ste se puede manipular, es tan solo una muestra de ignorancia e imbecilidad por parte del sobornante. El derecho al voto es una pr谩ctica clara de la participaci贸n m谩s directa, del demostrar que el derecho se ejerce con la misma responsabilidad que se deben cumplir las obligaciones. S贸lo dos apuntes, las cosas no son tan simples ni tan maniqueas como se presentan y una muy importante: el ciudadano no es idiota como alg煤n poder f谩ctico puede pensar, es soberano, y se le puede enga帽ar una vez, pero pasar谩 factura la pr贸xima. Desde aqu铆, mi m谩s firme convencimiento de esa necesidad y derecho de participar todos los ciudadanos residentes, participar es construir democracia y contribuir a la transformaci贸n social. Por ello, me uno a ese llamamiento a que e inscriban en el censo correspondiente y que en su momento vayan a votar libremente por el programa y proyecto que m谩s les conviccione de que se puede salir de esta situaci贸n y lograr un mayor bienestar. Un saludo
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