La isla de Ibiza despide el año con la mirada puesta en la recuperación tras los episodios de lluvias intensas provocados por la DANA, que han dejado huella tanto en infraestructuras como en el día a día de vecinos y empresas.
Aunque los efectos del temporal marcaron varios momentos críticos del año, las administraciones insulares y autonómicas han activado ya un conjunto de ayudas y medidas destinadas a paliar los daños y reforzar la resiliencia del territorio.
© PLB / Entre las actuaciones más relevantes destacan las líneas de apoyo económico dirigidas a particulares, comercios y explotaciones afectadas, así como las inversiones para reparar caminos, redes de saneamiento y puntos sensibles ante futuras lluvias torrenciales. El objetivo es doble: recuperar la normalidad y prevenir nuevos impactos en un contexto climático cada vez más imprevisible.
Paralelamente, Ibiza avanza en un asunto clave para su sostenibilidad: la gestión de residuos. A lo largo del año se han cerrado acuerdos y planes de colaboración para mejorar el tratamiento de desechos, reducir el volumen que acaba en vertederos y avanzar hacia un modelo más eficiente y respetuoso con el entorno. La gestión de residuos se ha convertido en una prioridad estratégica, especialmente tras situaciones de emergencia como las vividas con la DANA, que ponen a prueba la capacidad de respuesta de los servicios públicos.
Desde las instituciones se subraya que la combinación de ayudas inmediatas, planificación a medio plazo y acuerdos estructurales es esencial para afrontar los retos actuales de la isla. Recuperación, sostenibilidad y prevención se consolidan así como los ejes sobre los que Ibiza cierra el año y prepara el próximo.
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